Recibir un diagnóstico de Alzheimer puede ser abrumador, tanto para la persona afectada como para sus seres queridos. Es normal sentir miedo, confusión o incluso negación.

Pero, aunque no hay una cura para el Alzheimer, hay muchas cosas que se pueden hacer para afrontar esta nueva etapa con información, apoyo y planificación. Aquí te dejamos algunos concejos para que no te sientas solo en este camino:

Respira y tómate tu tiempo
Lo primero: no te apresures. Es normal sentir una montaña rusa de emociones. Es importante permitirse procesar la noticia. Habla con tu familia, amigos o un profesional de la salud mental si lo necesitas. No estás solo, y es válido pedir ayuda.

Infórmate, pero sin obsesionarte
El conocimiento es poder, pero también puede ser abrumador. Busca fuentes confiables como la Alzheimer Disease International (ADI) o la Organización Mundial de la Salud (OMS) y aprende sobre la enfermedad, sus etapas y los síntomas, pero evita caer en el exceso de información, que puede generar más ansiedad.

Planifica el futuro (sí, ahora)
Aunque suene difícil, es importante planificar mientras la persona con Alzheimer pueda tomar decisiones. También es útil organizar las finanzas y asegurarse de que todo esté en orden.

Crea una red de apoyo
El Alzheimer no es una batalla que debas enfrentar solo. Habla con tu familia, amigos y busca grupos de apoyo. Muchas organizaciones, ofrecen grupos de apoyo tanto para pacientes como para cuidadores. Compartir experiencias con otras personas que están pasando por lo mismo puede ser muy reconfortante.

Adapta tu estilo de vida
Pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia. Por ejemplo:

  • Ejercicio físico: Mantenerse activo ayuda a mejorar el estado de ánimo y la salud en general. Un paseo diario puede ser muy beneficioso.
  • Alimentación saludable: Una dieta rica en frutas, verduras y pescado (como la dieta mediterránea) puede ayudar a mantener el cerebro sano.
  • Estimulación mental: Instrumentos musicales, lectura o hobbies pueden ayudar mucho.

Cuida al cuidador
Si eres familiar o amigo de alguien con Alzheimer, recuerda que tu rol es crucial, pero también agotador. Los cuidadores suelen experimentar mucho estrés. No descuides tu propia salud: busca tiempo para ti, descansa y pide ayuda cuando la necesites. No es egoísta, es necesario.

Explora opciones de tratamiento
Aunque no hay cura, existen medicamentos y terapias que pueden ayudar a manejar los síntomas. Consulta con tu médico para conocer las opciones disponibles. Según la Alzheimer Disease International, existen terapias no farmacológicas que pueden mejorar la calidad de vida.

Vive el presente
El Alzheimer no define a la persona. Aprovecha los momentos buenos, crea recuerdos y disfruta del tiempo juntos. Puede ser útil llevar un diario o álbum de fotos para recordar los momentos especiales.

Prepárate para los cambios
El Alzheimer es una enfermedad progresiva, y es importante estar preparado para los cambios que vendrán. Aprende sobre las etapas de la enfermedad y cómo adaptar el entorno del hogar para garantizar la seguridad y comodidad de la persona afectada.

No pierdas la esperanza
Aunque el Alzheimer es una enfermedad difícil, hay muchas formas de vivir con dignidad y calidad de vida. La investigación avanza constantemente, y cada día se descubren nuevas formas de manejar la enfermedad. Mantén la esperanza y recuerda que no estás solo.