El cáncer de mama es una enfermedad en la que las células cancerosas se multiplican en el tejido mamario a consecuencia de diversos factores como mutaciones genéticas o herencia. La Organización Mundial de Salud (OMS) señala que este tipo de cáncer es el más frecuente en las mujeres de todo el mundo; pero los hombres no están exentos de contraer este mal, quienes lo desarrollan de manera más rápida y agresiva.

En la actualidad se desconoce la causa del cáncer de mama, pero diversas investigaciones revelan los principales factores de riesgo para contraer esta enfermedad, entre los que destacan ser mujer, tener más de 50 años, tener antecedentes personales o familiares de cáncer, cambios en el tejido mamario, mutaciones genéticas, exposición a estrógenos, aumento en la densidad de la mama, haber sido expuesto a radioterapia antes de los 30 años de edad y consumir alcohol.

Aunque el cáncer de mama no presenta grandes síntomas, conforme se va desarrollando se van dando algunas señales de alarma. Estas señales, si se identifican oportunamente, a través de chequeos personales y médicos, pueden salvar la vida del paciente. Los síntomas más comunes son la aparición de un bulto cerca de la mama o debajo del brazo o cuello, cambios en el tamaño y forma de la mama, secreciones e hipersensibilidad del pezón, el cual también puede verse introducido o invertido en la mama, tener crestas o depresiones en la piel similares a la conocida piel de naranja y altas temperaturas en la mama, areola o pezón.

Para prevenir o detectar este padecimiento las mujeres entre los 20 y los 40 años de edad deben acudir con su médico para que les realice exámenes clínicos cada año. De los 40 en adelante se recomienda realizarse cada año una mastografía para identificar tumores o cambios en el tejido mamario. De los 54 a los 74 años la frecuencia de los exámenes puede variar entre uno y dos años.

A partir de los 20 años de edad es necesario que la mujer efectúe exámenes de autoexploración en sus senos. Antes que nada se debe platicar con el médico para que éste le informe acerca de las técnicas adecuadas para llevar a cabo este primer reconocimiento

Estas revisiones personales deben realizarse justo al finalizar la menstruación, en caso de mujeres que están en la menopausia se recomienda fijar un día del mes para realizar la autoexploración. Algunas mujeres preferirán hacerlo mientras se bañan o antes de dormir, eso es correcto pero siempre deben hacerlo con calma y siguiendo el mismo orden de exploración.

Una de las técnicas más recomendadas por los especialistas consiste en situarse de pie frente a un espejo con los brazos caídos a ambos lados del cuerpo. En esta posición se debe observar los senos, su simetría y el aspecto de la piel. Si se presentan zonas enrojecidas o que resalten, bultos, hundimientos u hoyuelos, piel de naranja o areolas y pezones con retracción, es necesario visitar al médico.

Posteriormente haga el mismo chequeo visual pero ahora con los brazos levantados o bien apoyando las manos en caderas o cuello. En esta posición haga la revisión de frente y luego gire hacia un lado y el otro para comprobar que con esa posición de brazos las mamas se han elevado simétricamente y presentan un contorno circular y regular, de lo contrario si se presentan hundimientos o resaltes es señal de alarma. El siguiente paso consiste en palpar las mamas con la mano contraria a la del pecho a examinar. Por ejemplo, para explorar la mama derecha se debe utilizar la yema de los tres dedos medios de la mano izquierda comenzando un movimiento circular lento y firme arriba de la areola que recorra el pecho hasta su parte más baja, y cierre palpando la areola y pezón en forma de espiral

Se debe tomar el pezón, entre los dedos índice y pulgar, y presionar para comprobar si sale líquido. En caso de que haya un líquido se debe recordar su aspecto (transparente, lechoso o sanguinolento) para comunicárselo al ginecólogo.

Luego de realizar esto, se aconseja bajar los brazos y efectuar una palpación en la axila para buscar la existencia de nódulos o bultos en esta zona.

Es importante recordar que los pechos albergan las glándulas mamarias que tienen pequeñas bolitas de forma natural, por lo que se debe tener cuidado y diferenciar entre un bulto o una parte de la glándula.

Si una mujer conoce que tiene mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, es recomendable que comience a realizarse mamografías cuanto antes, siempre bajo la supervisión y asesoramiento de un especialista de la salud.

La OMS precisa que las mejores medidas de prevención frente a esta enfermedad son llevar una dieta balanceada y saludable, realizar actividad física diariamente, controlar el consumo de alcohol y reducir el sobrepeso y la obesidad con ayuda de un doctor.