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¿Qué es la salud bucal?

La salud bucal, también llamada salud oral, afecta todos los aspectos de nuestras vidas, y a menudo la damos por sentada. Tu boca es una ventana a la salud de tu cuerpo. Puede mostrar signos de deficiencias nutricionales o infección general. Las enfermedades sistémicas, aquellas que afectan a todo el cuerpo, pueden manifestarse primero debido a lesiones en la boca u otros problemas orales.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud bucal es fundamental para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida, e implica la ausencia de dolor orofacial (dolor provocado por lesiones en boca y cara), cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades periodontales (de las encías), caries, pérdida de dientes y otras enfermedades y trastornos que limiten en la persona afectada la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, lo que a su vez repercute en el bienestar psicosocial.

Riesgos y enfermedades

Las enfermedades bucodentales más frecuentes son:

Caries: perforaciones (o daño estructural) en los dientes que son causa común de pérdida dental en las personas más jóvenes.

Sarro (cálculo dental): También llamado tártaro o cálculo dental, es una mezcla de restos alimenticios, desechos celulares, sales minerales y millones de bacterias, que se adhieren de manera gradual sobre los dientes, dañándolos y haciendo que su apariencia sea muy desagradable. El sarro dental y las pigmentaciones se producen debido a la placa microbiana, y pueden cambiar notablemente la apariencia de los dientes, generando además de un problema cosmético y un aumento en los riesgos a la salud, principalmente de dientes y encías.

Afecciones periodontales (de las encías): inflamación e infección capaces de destruir los tejidos de soporte de los dientes, que incluyen a las encías, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales (hueso alveolar).

Las dos principales son:

  • Gingivitis.- Inflamación de las encías (o gingiva). La gingivitis se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa en los dientes
  • Periodontitis.- Inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes. La periodontitis ocurre cuando se presenta inflamación o infección de las encías (gingivitis) y no es tratada.

Cabe destacar que la caries y las enfermedades periodontales son las principales causantes de pérdida de dientes.

Cáncer de boca: La incidencia del cáncer de boca o cáncer oral oscila entre 1 y 10 casos por cada 100,000 habitantes en la mayoría de los países. El riesgo es más alto entre los hombres, los consumidores de tabaco y alcohol, y las personas con VPH o con antecedentes de cáncer de cabeza o cuello.

El cáncer oral se puede formar en cualquier parte de la boca. La mayoría de los cánceres bucales comienzan en las células planas que cubren la superficie de tu boca, lengua y labios.

Enfermedades infecciosas bucodentales (como el herpes o la candidiasis).

Traumatismos físicos y las lesiones congénitas: A nivel mundial, entre el 16% y el 40% de los niños de entre 6 y 12 años padecen traumatismos bucodentales causados por la falta de seguridad en los parques infantiles y escuelas, así como por accidentes de tránsito, actos de violencia, estrés, ansiedad y malos hábitos alimenticios. Los dos principales incluyen dientes rotos y bruxismo (rechinado de dientes).

Noma: Es una grave lesión gangrenosa que se da en niños pequeños que viven en condiciones de pobreza extrema, particularmente en África y Asia. La lesión puede progresar hacia una necrosis gingival grave (muerte prematura de células del tejido vivo) de los labios y el mentón. Muchos niños que padecen noma sufren también otras infecciones como el sarampión o el VIH.

Labio leporino y paladar hendido: Aproximadamente uno de cada 500 a 700 recién nacidos presentan defectos congénitos, tales como labio leporino o paladar hendido. Esta proporción varía considerablemente dependiendo del grupo étnico y de la zona geográfica de que se trate.

Prevención

No importa la edad que tengas, tu salud oral siempre es y será importante. En todo el mundo, aunque muchas personas buscan tener una buena salud bucal y logran mantener sus dientes naturales a lo largo de su vida, las caries siguen siendo la enfermedad crónica más frecuente durante la infancia (60% a 90% de los niños en edad escolar); asimismo, casi el 100% de los adultos las padecen.

Las dolencias bucodentales, tanto en niños como en adultos, tienden a ser más frecuentes entre los grupos pobres y desfavorecidos, ya que no pueden acudir a un dentista cada año. En cuanto a la población con recursos, muchas personas creen que necesitan ver a un dentista solo si sienten dolor o piensan que algo anda mal, pero las visitas dentales regulares pueden contribuir a una buena salud bucal. Recuerda que los exámenes dentales regulares y una buena higiene oral pueden prevenir la mayoría de las enfermedades bucodentales.

Si experimentas dolor en tus dientes, no dejes de visitar a tu dentista. Con los muchos avances actuales de la odontología, el diagnóstico y el tratamiento se han vuelto más sofisticados y cómodos.

Manejo

En México, el manejo de cualquier problema de salud dental debe ser llevado por una persona especialista en estomatología, un odontólogo o un cirujano dentista. Todos tienen las mismas competencias laborales: identificar y elaborar diagnósticos de las patologías bucales, así como diseñar planes de tratamiento y rehabilitación y evitar complicaciones de la salud bucal en la salud en general de sus pacientes. Actualmente, cómo resultado de investigaciones, se tiene información sobre el impacto que puede tener una infección bucal causada por bacterias en dientes, encías, lengua, y sus complicaciones y consecuencias, así como las manifestaciones tempranas de alguna lesión que puede ser potencialmente maligna.

Acude a tu dentista si presentas síntomas de caries dental, que incluyen:

  • Dolor en uno o varios dientes que ocurre sin razón aparente o que es provocado por alimentos, bebidas, el cepillado o el uso de hilo dental.
  • Sensibilidad a bebidas o alimentos, ya sean fríos o calientes.

Busca tratamiento para la enfermedad de las encías lo más pronto que puedas y acude a tu dentista si presentas los siguientes síntomas, característicos de esta condición:

  • Encías rojas o hinchadas.
  • Sangrado en las encías al cepillarse los dientes.
  • Mal aliento.
  • Dientes flojos.

Recuerda que para tener una buena salud bucal, debes mantener una buena higiene oral mediante la aplicación del esquema básico de prevención en salud bucal asesorado por el higienista o el profesional en odontología, que consiste en: El uso de la tableta reveladora de la placa dentobacteriana para conocer las áreas dónde hay mayor presencia de la placa, la técnica adecuada de cepillado, el uso del hilo dental y el autoexamen de la cavidad oral. Este último permite identificar alguna alteración en los tejidos normales de la boca. Se aconseja renovar el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses, mantener una dieta equilibrada, baja en carbohidratos y programar mínimo 2 visitas al año con el dentista, para mantener una buena salud bucal y general.

Preguntas frecuentes

  1. ¿Qué tipo de cepillo debo usar y cómo debo cepillarme los dientes?

Pregúntale a tu dentista si un cepillo de dientes eléctrico es apropiado para ti. Se ha demostrado que dichos cepillos limpian los dientes mejor que los manuales.

  1. ¿Cómo puedo utilizar adecuadamente el hilo dental?

El uso incorrecto o demasiado vigoroso del hilo puede causar lesión en las encías. Parte un trozo de hilo de aproximadamente 40 cm y pasarlo entre los dientes con movimientos suaves (el uso incorrecto o demasiado vigoroso del hilo puede causar lesión en las encías). Cuando el hilo dental alcance la línea de las encías, dóblalo contra el diente. Deslízalo cuidadosamente por el espacio entre la encía y el diente. Repite en el resto de los dientes.

  1. ¿Debo usar aparatos o herramientas especiales, como irrigación con agua?

Esto es recomendable hacerlo ya que a veces ayuda a complementar, pero no a reemplazar, el cepillado y el uso del hilo dental.

  1. ¿Podría beneficiarme al usar algunas pastas dentales o enjuagues bucales en particular?

Si tienes dificultad para cepillarte y/o para utilizar hilo dental, un enjuague bucal puede ofrecer una protección adicional contra la caries y la enfermedad de las encías. Sin embargo, en otros casos, los enjuagues de venta libre pueden causar más daño que beneficio, dependiendo de la afección. Lo mejor es consultar a tu dentista.

Las enfermedades bucodentales más frecuentes son:

Caries: perforaciones (o daño estructural) en los dientes que son causa común de pérdida dental en las personas más jóvenes.

Sarro (cálculo dental): También llamado tártaro o cálculo dental, es una mezcla de restos alimenticios, desechos celulares, sales minerales y millones de bacterias, que se adhieren de manera gradual sobre los dientes, dañándolos y haciendo que su apariencia sea muy desagradable. El sarro dental y las pigmentaciones se producen debido a la placa microbiana, y pueden cambiar notablemente la apariencia de los dientes, generando además de un problema cosmético y un aumento en los riesgos a la salud, principalmente de dientes y encías.

Afecciones periodontales (de las encías): inflamación e infección capaces de destruir los tejidos de soporte de los dientes, que incluyen a las encías, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales (hueso alveolar).

Las dos principales son:

  • Gingivitis.- Inflamación de las encías (o gingiva). La gingivitis se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa en los dientes
  • Periodontitis.- Inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes. La periodontitis ocurre cuando se presenta inflamación o infección de las encías (gingivitis) y no es tratada.

Cabe destacar que la caries y las enfermedades periodontales son las principales causantes de pérdida de dientes.

Cáncer de boca: La incidencia del cáncer de boca o cáncer oral oscila entre 1 y 10 casos por cada 100,000 habitantes en la mayoría de los países. El riesgo es más alto entre los hombres, los consumidores de tabaco y alcohol, y las personas con VPH o con antecedentes de cáncer de cabeza o cuello.

El cáncer oral se puede formar en cualquier parte de la boca. La mayoría de los cánceres bucales comienzan en las células planas que cubren la superficie de tu boca, lengua y labios.

Enfermedades infecciosas bucodentales (como el herpes o la candidiasis).

Traumatismos físicos y las lesiones congénitas: A nivel mundial, entre el 16% y el 40% de los niños de entre 6 y 12 años padecen traumatismos bucodentales causados por la falta de seguridad en los parques infantiles y escuelas, así como por accidentes de tránsito, actos de violencia, estrés, ansiedad y malos hábitos alimenticios. Los dos principales incluyen dientes rotos y bruxismo (rechinado de dientes).

Noma: Es una grave lesión gangrenosa que se da en niños pequeños que viven en condiciones de pobreza extrema, particularmente en África y Asia. La lesión puede progresar hacia una necrosis gingival grave (muerte prematura de células del tejido vivo) de los labios y el mentón. Muchos niños que padecen noma sufren también otras infecciones como el sarampión o el VIH.

Labio leporino y paladar hendido: Aproximadamente uno de cada 500 a 700 recién nacidos presentan defectos congénitos, tales como labio leporino o paladar hendido. Esta proporción varía considerablemente dependiendo del grupo étnico y de la zona geográfica de que se trate.

No importa la edad que tengas, tu salud oral siempre es y será importante. En todo el mundo, aunque muchas personas buscan tener una buena salud bucal y logran mantener sus dientes naturales a lo largo de su vida, las caries siguen siendo la enfermedad crónica más frecuente durante la infancia (60% a 90% de los niños en edad escolar); asimismo, casi el 100% de los adultos las padecen.

Las dolencias bucodentales, tanto en niños como en adultos, tienden a ser más frecuentes entre los grupos pobres y desfavorecidos, ya que no pueden acudir a un dentista cada año. En cuanto a la población con recursos, muchas personas creen que necesitan ver a un dentista solo si sienten dolor o piensan que algo anda mal, pero las visitas dentales regulares pueden contribuir a una buena salud bucal. Recuerda que los exámenes dentales regulares y una buena higiene oral pueden prevenir la mayoría de las enfermedades bucodentales.

Si experimentas dolor en tus dientes, no dejes de visitar a tu dentista. Con los muchos avances actuales de la odontología, el diagnóstico y el tratamiento se han vuelto más sofisticados y cómodos.

En México, el manejo de cualquier problema de salud dental debe ser llevado por una persona especialista en estomatología, un odontólogo o un cirujano dentista. Todos tienen las mismas competencias laborales: identificar y elaborar diagnósticos de las patologías bucales, así como diseñar planes de tratamiento y rehabilitación y evitar complicaciones de la salud bucal en la salud en general de sus pacientes. Actualmente, cómo resultado de investigaciones, se tiene información sobre el impacto que puede tener una infección bucal causada por bacterias en dientes, encías, lengua, y sus complicaciones y consecuencias, así como las manifestaciones tempranas de alguna lesión que puede ser potencialmente maligna.

Acude a tu dentista si presentas síntomas de caries dental, que incluyen:

  • Dolor en uno o varios dientes que ocurre sin razón aparente o que es provocado por alimentos, bebidas, el cepillado o el uso de hilo dental.
  • Sensibilidad a bebidas o alimentos, ya sean fríos o calientes.

Busca tratamiento para la enfermedad de las encías lo más pronto que puedas y acude a tu dentista si presentas los siguientes síntomas, característicos de esta condición:

  • Encías rojas o hinchadas.
  • Sangrado en las encías al cepillarse los dientes.
  • Mal aliento.
  • Dientes flojos.

Recuerda que para tener una buena salud bucal, debes mantener una buena higiene oral mediante la aplicación del esquema básico de prevención en salud bucal asesorado por el higienista o el profesional en odontología, que consiste en: El uso de la tableta reveladora de la placa dentobacteriana para conocer las áreas dónde hay mayor presencia de la placa, la técnica adecuada de cepillado, el uso del hilo dental y el autoexamen de la cavidad oral. Este último permite identificar alguna alteración en los tejidos normales de la boca. Se aconseja renovar el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses, mantener una dieta equilibrada, baja en carbohidratos y programar mínimo 2 visitas al año con el dentista, para mantener una buena salud bucal y general.

  1. ¿Qué tipo de cepillo debo usar y cómo debo cepillarme los dientes?

Pregúntale a tu dentista si un cepillo de dientes eléctrico es apropiado para ti. Se ha demostrado que dichos cepillos limpian los dientes mejor que los manuales.

  1. ¿Cómo puedo utilizar adecuadamente el hilo dental?

El uso incorrecto o demasiado vigoroso del hilo puede causar lesión en las encías. Parte un trozo de hilo de aproximadamente 40 cm y pasarlo entre los dientes con movimientos suaves (el uso incorrecto o demasiado vigoroso del hilo puede causar lesión en las encías). Cuando el hilo dental alcance la línea de las encías, dóblalo contra el diente. Deslízalo cuidadosamente por el espacio entre la encía y el diente. Repite en el resto de los dientes.

  1. ¿Debo usar aparatos o herramientas especiales, como irrigación con agua?

Esto es recomendable hacerlo ya que a veces ayuda a complementar, pero no a reemplazar, el cepillado y el uso del hilo dental.

  1. ¿Podría beneficiarme al usar algunas pastas dentales o enjuagues bucales en particular?

Si tienes dificultad para cepillarte y/o para utilizar hilo dental, un enjuague bucal puede ofrecer una protección adicional contra la caries y la enfermedad de las encías. Sin embargo, en otros casos, los enjuagues de venta libre pueden causar más daño que beneficio, dependiendo de la afección. Lo mejor es consultar a tu dentista.

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