Ejercitarse regularmente promueve una mejor salud en nuestro corazón, pero es importante tomar ciertas precauciones si se padece alguna condición cardíaca.
Por ello, el Consejo Americano sobre el Ejercicio recomienda:
- Obtén permiso de tu doctor para iniciar una rutina de ejercicio regular. Programa 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada en todos o en la mayoría de los días de la semana.
- Habla con tu médico si antes, durante o después del ejercicio experimentaste síntomas de mareo, dolor de pecho, dolor de cabeza, pérdida del aliento o aceleración del ritmo cardíaco.
- Comienza cada rutina con cinco minutos de calentamiento y cinco minutos de enfriamiento. Durante el ejercicio, monitorea tu pulso cardíaco para asegurarte de que se mantiene dentro de un rango aceptable.
- No te esfuerces de más y no te lleves a los extremos. Si lo que deseas es un entrenamiento más vigoroso, acláralo con tu doctor primero y realízate una prueba de estrés. Evita el ejercicio vigoroso a temperaturas muy calientes o muy frías.
- Asegúrate de ejercitarte en instalaciones que estén equipadas para lidiar con una emergencia médica.
No olvides que el ejercicio cardiovascular fortalece tu corazón y tu sistema circulatorio, el cual incluso puedes realizar desde la comodidad de tu hogar. Pedalear en bicicleta fija, bailar o saltar la cuerda, son algunas de las actividades que puedes practicar en casa. Si lo que quieres es ejercitarte al aire libre, correr de forma moderada en el bosque, parque o áreas verdes es una buena opción.
Consulta a tu cardiólogo sobre qué actividades y rutinas puedes poner en marcha, pues depende del avance y complejidad de tu condición, a fin de obtener el máximo beneficio para la salud de tu corazón.
Vía: HealthDay News