El trastorno del procesamiento auditivo (TPA) es un problema de audición que afecta a cerca del 5% de los niños en edad escolar, así lo indica el portal especializado en salud pediátrica Kids Health.
Los menores con esta afección, también conocida como trastorno del procesamiento auditivo central (TPAC), no pueden procesar lo que escuchan de la misma manera que lo hacen otros niños. Esto se debe a que sus oídos y cerebro no se coordinan a la perfección debido a que algo interfiere con la forma en la que el cerebro reconoce e interpreta los sonidos, particularmente el habla.
Los síntomas de TPA pueden variar de leves a severos, así como tomar muchas formas diferentes.
Por ello, si crees que tu hijo podría tener problemas para procesar los sonidos, el portal aconseja a los padres poner atención a las siguientes señales:
- El niño se distrae fácilmente o se molesta inusualmente por ruidos fuertes o repentinos.
- Los ambientes ruidosos resultan molestos para el menor.
- El comportamiento y el rendimiento del niño mejora en entornos más tranquilos.
- El niño tiene problemas para seguir instrucciones, ya sean simples o complicadas.
- El menor tiene dificultades con la lectura, ortografía, escritura u otros problemas del habla y el lenguaje.
- Los problemas de matemáticas verbales (de palabras) son difíciles para el niño.
- El menor suele ser desorganizado y olvidadizo.
- El niño tiene dificultad para seguir las conversaciones.
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RECUERDA: Con la terapia adecuada, los niños con trastorno del procesamiento auditivo pueden tener éxito en la escuela y en sus vidas, por lo que el diagnóstico temprano es importante. Si la condición no se detecta y se trata a tiempo, un niño puede tener retrasos en el habla y el lenguaje, o problemas de aprendizaje en la escuela.
Asimismo, no olvides que el sistema auditivo de un niño no se desarrolla por completo hasta los 15 años. Por lo tanto, muchos menores diagnosticados con TPA pueden desarrollar mejores habilidades con el paso del tiempo conforme su sistema auditivo madura.
Finalmente, aunque no existe una cura conocida, la terapia del habla y el lenguaje, al igual que los dispositivos de asistencia auditiva, pueden ayudar a los niños a comprender los sonidos y desarrollar buenas habilidades de comunicación.
Por lo anterior, si tu hijo muestra señales de este trastorno, acude a la brevedad con un médico audiólogo y foniatra y con un especialista en terapia del lenguaje.
Vía: Kids Health