El trastorno del desarrollo de la coordinación (TDC), también conocido como dispraxia, es una condición que afecta la coordinación física. Este hace que el niño tenga un rendimiento inferior al esperado en las actividades diarias para su edad, y que parezca que se mueve con torpeza.

Los primeros eventos significativos del desarrollo, como gatear, caminar, alimentarse por sí solos y vestirse, pueden sufrir un retraso en los niños pequeños con TDC. El dibujo, la escritura y el rendimiento en los deportes también suelen estar por detrás de lo esperado para su edad.

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Aunque los signos de la afección están presentes desde una edad temprana, los niños varían ampliamente en su ritmo de desarrollo. Esto significa que un diagnóstico definitivo de TDC no suele darse hasta que el niño con el trastorno cumple 5 años o más.

Si te preocupa la salud o el desarrollo de tu hijo(a), habla con tu médico o un profesional de la salud, como una enfermera o enfermero, o con un coordinador de necesidades educativas especiales en la escuela de tu niño(a).

Quizás deriven a tu hijo(a) a un terapeuta ocupacional, un pediatra u otro profesional de la salud que pueda evaluarlo, a fin de identificar cualquier problema de desarrollo.

Fuente: NHS