El rotavirus suele transmitirse entre bebés y niños pequeños. Casi todos los niños se infectan con rotavirus al menos una vez antes de que cumplan cinco años. Debido a que el rotavirus se transmite a través de la materia fecal (excremento), es especialmente común que se propague en guarderías y otras unidades de cuidado infantil. Las infecciones por rotavirus son particularmente comunes en invierno y primavera, cuando las personas permanecen en interiores con mayor frecuencia.

El rotavirus es muy contagioso, pero la mayoría de los casos son leves. Sin embargo, a veces puede provocar deshidratación (pérdida de líquidos) potencialmente mortal. Esto es especialmente cierto en bebés menores de 12 meses, para quienes una deshidratación grave puede ser fatal. Es posible que algunos bebés con rotavirus deban recibir líquidos por vía intravenosa (IV) para tratar la deshidratación. En casos muy raros, los bebés con rotavirus pueden experimentar convulsiones o sufrir un shock.

Conoce más: Vacuna de virus vivo, lo que debes saber

Los fallecimientos relacionados con el rotavirus suelen deberse a deshidratación.

Según los expertos, todos los bebés deben recibir dos o tres dosis de la vacuna contra el rotavirus antes de que cumplan 8 meses para protegerlos contra la enfermedad por rotavirus y sus complicaciones relacionadas. La vacuna contra dicho virus es segura y eficaz. Aproximadamente 9 de cada 10 niños que reciben la vacuna quedan protegidos contra afecciones graves causadas por la enfermedad por rotavirus, y 7 de cada 10 no contraen ningún rotavirus.

 

Fuente: Very Well Health