Si necesitabas más pruebas de la seguridad de las vacunas, un nuevo estudio publicado en la revista Vaccine ofrece nuevas pruebas de que conllevan pocos daños para los niños, los adultos y las mujeres embarazadas.
«Este análisis a profundidad no encontró evidencia de un mayor riesgo de eventos adversos graves después de recibir vacunas, aparte de algunas asociaciones previamente conocidas», señaló Susanne Hempel, directora del Centro de Revisión de Evidencia del Sur de California en la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos.
Los investigadores analizaron 338 estudios de vacunas para enfermedades como la influenza, el sarampión, las paperas, el herpes zóster, la tos ferina, el tétanos y el virus del papiloma humano (VPH). Las vacunas COVID-19 no estuvieron dentro de las vacunas revisadas en el estudio.
Los autores hallaron pruebas sólidas de que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) no aumenta el riesgo de autismo en los niños. La vacuna se asoció con un riesgo aumentado, pero todavía bajo, de convulsiones febriles, que rara vez tienen consecuencias a largo plazo.
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No hubo evidencia de un mayor riesgo de efectos secundarios graves entre los niños y adolescentes que recibieron vacunas más nuevas, como la vacuna contra el VPH (que previene las infecciones que desencadenan el cáncer de cuello uterino y otros tipos de cáncer) y las vacunas meningocócicas (que previenen un tipo de meningitis bacteriana).
Tampoco hubo evidencia de un mayor riesgo de efectos secundarios graves entre los adultos que reciben la nueva vacuna contra el herpes zóster, la vacuna contra la hepatitis B y las vacunas contra la influenza más nuevas, como la recomendada para los adultos mayores.
Sumado a ello, no se observó un mayor riesgo de efectos secundarios graves, incluyendo muerte fetal, en las mujeres embarazadas que fueron vacunadas contra el tétanos, la difteria y la tos ferina acelular (Tdap).
«Estos resultados respaldan las decisiones de vacunarnos para protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades de una variedad de enfermedades», destacó la doctora Courtney Gidengil, investigadora principal de políticas médicas en RAND Corp. y autora del estudio.
«Esta investigación es un recordatorio importante de que las vacunas son seguras, y cualquier riesgo que puedan representar es superado por su capacidad para proteger contra enfermedades», subrayó Gidengil.
Fuente: Health Day News