El aumento de los recientes brotes de sarampión está haciendo que algunas personas de entre 50 y 60 años se pregunten si realmente se vacunaron contra el virus o si deben renovar su vacuna triple viral (SRP).

Por ello, la pregunta clave es ¿quién necesita otra dosis?

Las vacunas contra el sarampión estuvieron disponibles en 1963. Si recibiste las dos dosis estándar de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola después de 1967, deberías estar protegido(a) contra la enfermedad de por vida.

Se cree que la mayoría de las personas nacidas antes de 1957 se infectaron de forma natural con el virus a través de brotes de sarampión. No obstante, hay algunas que no son inmunes.

Los médicos pueden comprobar el nivel de inmunidad de un paciente con un análisis de sangre para detectar anticuerpos que combaten el sarampión.

Las personas nacidas antes de 1957 que se hayan sometido a pruebas de laboratorio que demuestren que no son inmunes y que puedan tener un alto riesgo deben recibir una dosis de la vacuna triple viral (SRP) y una segunda dosis 28 días después.

Tú corres un alto riesgo si viajas durante un brote, te encuentras cerca de centros de tránsito o destinos turísticos, o eres un profesional de la salud. Podrías estar en riesgo si solo recibiste una dosis de la vacuna.

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Lo mismo ocurre con las personas cuyos análisis de sangre muestran que no son inmunes.

La versión viva de la vacuna introducida en 1963 parece haber funcionado bien, pero existía otra versión (la versión «muerta») que no lo hizo. Esta también se administró entre 1963 y 1967.

Por lo tanto, las personas que recibieron la versión inactivada de la vacuna contra el sarampión o que desconocen qué tipo recibieron durante la década de 1960 deberían volver a vacunarse. Según los expertos, estas personas deberían recibir al menos una dosis de la vacuna triple viral viva (SRP).

Por otro lado, es importante mencionar que los adultos mayores poseen un bajo riesgo de contraer sarampión.

La mayoría de las personas nacidas antes de 1957 estuvieron expuestas a al menos dos brotes importantes de sarampión, lo que les confiere inmunidad. Una vez que una persona ha tenido sarampión, es inmune de por vida. Quienes recibieron la vacuna entre 1963 y 1967 son la excepción.

Con base en lo anterior, las personas preocupadas por contraer sarampión deberían consultar a su médico, pues ella/él podrá entonces decidir si es conveniente vacunarse de nuevo. Recibir una dosis adicional de la vacuna SRP para mayor seguridad es de bajo riesgo, según los expertos.

Si recibiste el esquema completo de vacunación, has padecido la enfermedad o te has realizado un análisis de sangre que muestra inmunidad, deberías estar protegido(a).

 

Fuente: Healthline