Desde que comenzó la pandemia, se sabe que la gravedad de la enfermedad por coronavirus varía ampliamente entre las personas. Pero, ¿podría el resfriado común ser una de las razones?
Aunque es solo una teoría, a través de un estudio publicado en la revista Science, investigadores estadounidenses encontraron que si recientemente has tenido un resfriado, muchos de los cuales también son causados por coronavirus, las células T de tu sistema inmunológico podrían reconocer el SARS-CoV-2 y ayudar a combatirlo.
«Ahora hemos demostrado que, en algunas personas, la memoria preexistente de células T contra los coronavirus del resfriado común puede reconocer de manera cruzada el SARS-CoV-2, incluso sus estructuras moleculares exactas», destacó Daniela Weiskopf, coautora del estudio y profesora asistente en el Instituto La Jolla de Inmunología, en California.
«Esto explicaría por qué algunas personas muestran síntomas más leves de la enfermedad, mientras que otras se enferman gravemente», indicó.
De todas formas, Weiskopf y su equipo advirtieron que incluso si esto es cierto, es demasiado pronto para decir si la memoria de las células inmunes puede ayudar a recuperarnos más rápido de la COVID-19.
La nueva investigación recopiló evidencia de pacientes con COVID-19 en todo el mundo de que las células T del sistema inmunitario estaban reaccionando a fragmentos de la composición del SARS-CoV-2, pese a que estas células nunca antes habían tenido que combatir al virus.
Una forma en la que esto podría suceder es si las células T hubieran obtenido una memoria de estos componentes virales mediante un encuentro previo con un coronavirus del resfriado común. El doctor Alessandro Sette, también del Instituto La Jolla y coautor del trabajo, llamó a estos virus del resfriado los «primos menos peligrosos» de la COVID-19.
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Entonces, en el nuevo estudio, los investigadores recolectaron muestras de personas que nunca habían estado expuestas al SARS-CoV-2. Su análisis mostró que las personas no expuestas tenían una amplia gama de células T de memoria que también reaccionaban contra el SARS-CoV-2, así como a cuatro tipos de coronavirus del resfriado común.
Asimismo, descubrieron que las células T de memoria que reconocían al resfriado común también reconocían sitios clave en el coronavirus SARS-CoV-2.
Esto significaría que la lucha contra un resfriado común estaría enseñando a las células T a reconocer, al menos, a ciertas partes del SARS-CoV-2, y tal vez a iniciar la lucha contra el SARS-CoV-2 como tal si este apareciera.
Algunas células T parecían apuntar a la proteína «espiga» en la superficie del SARS-CoV-2, el área del virus que reconoce y se une a las células humanas. Otras partes de la memoria del sistema inmunitario parecían apuntar a otras proteínas del SARS-CoV-2, reportó el equipo de Weiskopf.
El último punto es importante porque la mayoría de las vacunas en desarrollo se dirigen a la proteína espiga. Los investigadores explicaron que incluir otros objetivos en el SARS-CoV-2 podría aumentar la potencia de una vacuna.
Tras leer la nueva investigación, el doctor Amesh Adalja, experto en enfermedades infecciosas y catedrático del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, en Baltimore, dijo que estos datos «aportan más evidencia al hecho de que los humanos expuestos a otros coronavirus de forma regular podrían ver un impacto en su inmunidad al nuevo coronavirus».
Aún así, cómo y en qué medida la infección con un resfriado común podría afectar la infección por SARS-CoV-2 sigue siendo «incierta», agregó Adalja.
Por ello, la pregunta es: ¿las personas que recientemente se han enfermado de un resfriado común no tienen o tienen menos síntomas de COVID-19? De acuerdo con Adalja, «el siguiente paso en los estudios es comprender cuáles son las diferencias entre las personas que tienen esta inmunidad por células T que reacciona de forma cruzada, frente a otras que no la tienen».
Vía: Health Day News