Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Loughborough, Inglaterra, sugiere que caminar podría ser una práctica efectiva para fortalecer la inmunidad y disminuir la inflamación en los pacientes renales. Disminuir estos factores se vincula con una disminución en el riesgo de sufrir un padecimiento cadriaco o alguna infección, lo cual también podría ayudar al paciente renal a mantenerse más sano por un tiempo más largo.
En este sentido, el equipo liderado por Joao Viana, explica que un sistema inmune debilitado eleva las posibilidades de sufrir una infección, mientras que si se trata de un sistema inmune hiperactivo puede darse como resultado una inflamación crónica que podría dañar los vasos sanguíneos y favorecer una enfermedad del corazón.
El estudio apunta que se sabe que el ejercicio puede activar el sistema inmunológico, a la vez que reduce la inflamación. Sin embargo, son pocos los estudios que han abordado esta relación en pacientes renales.
En esta investigación, el equipo de científicos británicos tomaron un grupo de pacientes con enfermedad renal crónica y se les pidió que, cinco veces a la semana durante 6 meses, caminaran por 30 minutos. Este grupo fue comparado con un grupo de control que no incrementó sus niveles de actividad física.
De acuerdo con el estudio, publicado en linea el día de ayer en la Revista de la Sociedad Americana de Nefrología, caminar parece incrementar la habilidad del sistema inmune para combatir las infecciones, mientras que disminuye la inflamación.
“El ejercicio tiene efectos anti inflamatorios en pacientes con enfermedad de riñón y podría en esta forma reducir los riesgos de una enfermedad cardiaca”, señala Viana en un comunicado de la Sociedad Americana de Nefrología. Por otra parte, agrega, “nuestro estudio no encontró evidencia de que en este nivel el ejercicio podría ser peligroso para el sistema inmune de las personas con enfermedad renal.
Vía: Health Library
