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rehabilitacion-iDistintos estudios han señalado que los programas supervisados mejoran la capacidad para caminar y disminuir los problemas de la enfermedad arterial periférica (EAP), un padecimiento caracterizado por el estrechamiento de las arterias, que puede provocar dolor en las piernas y complicar el andar.

Sin embargo, por primera vez, un estudio, recientemente publicado en el Journal of the American Heart Association, examina los efectos de un régimen de ejercicios que se puede realizar en casa.

A través de un comunicado de prensa, la doctora Mary McGrae McDermott, autora del estudio y profesora de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago, explicó que el problema del ejercicio supervisado es que requiere numerosas visitas a un centro de rehabilitación cardíaca o a otros tipos de instalaciones.

«Nuestros resultados deberían animar a los médicos a recomendar que se camine aunque los pacientes no tengan acceso a un programa de ejercicio supervisado«, mencionó.

Estos resultados se obtuvieron luego de analizar a pacientes con EAP.

En estudio hubo 81 pacientes que participaron en un programa a través del cual se les entrenó para que caminaran en su hogar. Asimismo, hubo un grupo de control con 87 personas que sólo recibieron información general sobre la salud.

A quienes participaron en el programa, se les pidió que intentaran caminar hasta 50 minutos diarios durante al menos 5 días a la semana. Si tenían dolor en las piernas, debían descansar, esperar a que sus piernas se sintieran bien nuevamente y, entonces, continuar caminando.

Tras un año, estos individuos mejoraron la distancia que recorrían durante 6 minutos de unos 355 metros a 382, aproximadamente 27 metros; mientras que en el grupo de control la distancia se redujo, de 353 metros a un poco menos de 346. «Los resultados enfatizan la importancia de reconocer y tratar la EAP, una afección común que a menudo permanece sin diagnosticar y que puede amenazar la vida de la persona, en la medida en que restringe la circulación por las piernas, brazos, pies y riñones.

“Los pacientes que tienen la EAP también cuentan con un riesgo más alto de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular«, puntualizó.

De igual forma, la doctora detalló que no debe pensarse que los problemas para andar son una situación normal del envejecimiento y aconsejó que si se siente dolor, debilidad u hormigueo en las piernas, así como otras dificultades para caminar, es importante acudir con el médico para ser evaluado.

Vía: HealthDay News