La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por un profundo sentimiento de tristeza y la inactividad.
Una depresión no es lo mismo que tristeza, sino que se trata de un estado de ánimo persistente que afecta la capacidad del individuo para funcionar en la vida y disfrutar de ésta.
El padecimiento puede provocar una diversa variedad de síntomas, que pueden ser tanto físicos como emocionales y su duración puede ser de semanas, meses o años. Una persona con depresión, generalmente, requiere de tratamiento para superarla.
Según la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud, la depresión es un grave problema de salud pública que afecta entre el 12 y 20% de la población adulta (18-65 años). Se estima que entre las mujeres se presenta el doble de casos de depresión que entre los hombres. La depresión es una de las principales causas de suicidio y pocas personas saben identificar las etapas en que se manifiesta esta enfermedad. Según la OMS cada día en el mundo se registran 3 mil intentos de suicidio. En México no existe una cifra clara, pero la Secretaría de Salud estima que al año se dan 14 mil intentos de suicidio, sin considerar los que logran consumarse.
Causas de la depresión
No se conoce cuál es la causa exacta de esta enfermedad, sin embargo se conocen varios factores que pueden cumplir una función dentro de la depresión. Entre ellos están:
- Antecedentes familiares y genéticos del padecimiento.
- Alteraciones en la química cerebral y hormonal.
- Experimentar sucesos traumáticos o de mucho estrés (pérdida de un familiar, del trabajo o separación de la pareja).
Factores de riesgo
Son varios los factores que pueden incrementar el riesgo de desarrollar depresión. Entre ellos:
- El sexo. Se ha detectado que entre el sexo femenino hay una mayor incidencia del padecimiento. Los investigadores tratan de encontrar la razón de ello pero se presume que esto se deba a razones diversas como factores genéticos, biológicos, químicos, hormonales, ambientales, psicológicos y sociales, los cuales se pueden cruzar para contribuir a la depresión.
- Episodios previos de depresión.
- Cambios hormonales.
- Enfermedades o condiciones crónicas (hipotiroidismo, diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca, cáncer, dolor crónico, accidente cerebrovascular, enfermedad de Parkinson, entre otros).
- Otras condiciones vinculadas con la salud mental como la ansiedad, abuso de drogas, insomnio, trastorno de personalidad.
- Factores emocionales como falta de apoyo social, patrones de pensamientos y creencias negativas, autoestima baja, falta de control sobre las circunstancias, sensación de impotencia, por ejemplo.